Por: Leonardo Rojas Benavides
En esta oportunidad se hará la revisión de un artículo de Chai et al (2014), en el cual se propone el uso de una versión extendida del Conocimiento de Contenido Pedagógico Tecnológico (TPACK por sus siglas en inglés) como marco teórico para la creación de nuevos conocimientos y prácticas innovadoras para la integración de las TIC en contextos educativos.
La proliferación de dispositivos de computación personales y la internet han afectado la forma en la que vivimos, trabajamos, y nos comunicamos. También las empresas cada vez presionan más sus empleados para que generen soluciones innovadoras. Estos cambios también presentan nuevos retos para las instituciones educativas, en lo que respecta a los resultados esperados del aprendizaje, tanto en lo que respecta a cuáles deben ser estos resultados, como en cuál es el mejor modo de conseguirlos.
Un consenso emergente en torno a la sociedad del conocimiento, es elevar la enseñanza de la cognición orientada al diseño, como una forma de crear conocimiento. El pensamiento orientado al diseño implica no sólo que los estudiantes tengan claridad acerca del conocimiento que ya ha sido verificado, sino también presiona a los aprendices a innovar para resolver problemas. El diseño, entonces, trata todo el conocimiento como algo tentativo, susceptible de ser mejorado. Las diferentes herramientas que han llegado con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) favorecen el diseño y la creación de conocimiento. Las TIC pueden ser usadas como herramientas cognitivas, que ayudan a resolver problemas, pero también como herramientas epistémicas, que ayudan a construir nuevos conocimientos.
Entender el rol de las TIC en la educación implica analizar distintas funciones que pueden cumplir: pueden ser tutores, alumnos, o herramientas. Una TIC es tutor cuando existe un programa que plantea problemas al individuo y espera por una respuesta de este, dándole retroalimentación de forma constante acerca de su desempeño. Es alumno, cando es la persona la que programa la TIC para que desarrolle alguna función específica. Y es herramienta cuando se utiliza para delegarle funciones menores, que con la potencia del computador se realizan a gran velocidad, mientras el usuario se enfoca en tareas más complejas y que requieren mayor análisis. Estas formas de ver las TIC no son mutuamente excluyentes, de modo que un maestro puede mezclar estas distintas funciones de acuerdo a las necesidades de sus estudiantes.
Con excepción del uso de computadores como tutores, el cual por lo general se empareja con el uso de computadores para profundizar y practicar, las otras dos formas de uso pedagógico de los computadores requieren una gran habilidad de los docentes para el diseño del ambiente de aprendizaje y para el soporte de los aprendizajes que los estudiantes van desarrollando. Mientras que el uso de los computadores como tutores parece ser bienvenido por los maestros, muchos investigadores en educación han abogado por su uso como herramientas o pupilos, pues se cree que estos roles facilitan el desarrollo de pensamientos de orden superior y aprendizaje colaborativo.
Dos potencialidades importantes de las TIC son el poder de computación y los canales de comunicación que nos proveen. El primero nos permite llevar a cabo operaciones complejas en varios tipos de información de forma eficaz y eficiente. El otro nos permite un rápido acceso y difusión de la información a través de internet. El conocimiento de estos dos aspectos se ha vuelto primordial para los trabajadores alrededor de todo el mundo. Los estados alrededor del mundo han reconocido esto y se han formulado métodos para implementar las TIC en los salones de clase. Sin embargo, las investigaciones han mostrado que a pesar de grandes inversiones que se han hecho en equipos y entrenamiento, aún existen brechas para el uso adecuado de los espacios, y su papel en el mejoramiento del aprendizaje aún es cuestionable.
Dada la importancia de los maestros en las reformas educativas, se hicieron investigaciones previas para establecer la relación entre los maestros y las TIC. Los investigadores encontraron que no es suficiente con que los maestros adquieran habilidades técnicas, sino que es necesario que pasen por el proceso complejo de integrar las TIC en sus procesos de enseñanza y aprendizaje. Los factores principales que influían en estos aspectos eran tanto la habilidad de los maestros de innovar y diseñar, como el soporte existente en las instituciones.
En la actualidad, pocas profesiones no dependen del uso de tecnologías para generar conocimiento. Varias profesiones usan programas especializados para obtener información que les permita resolver problemas. Sin embargo, ha existido dificultad en la integración de las TIC a los métodos de enseñanza. Chai et al (2014) plantean que es necesario fomentar una postura epistémica orientada hacia el diseño, que permita a los estudiantes y docentes adaptarse a la velocidad de los cambios de la tecnología. Esto también implica un cambio en las formas de evaluación y enseñanza, de un modelo instructivista a uno constructivista, en donde no se busque que el estudiante conozca hechos verificados o se evalúe el desempeño, sino que los estudiantes puedan de forma colaborativa construir conocimiento y resolver problemas.
El TPACK tiene tres componentes principales: El conocimiento tecnológico (TK), el conocimiento pedagógico (PK), y el conocimiento de contenidos (CK). Además de componentes intermedios entre estos. Conocimiento tecnológico pedagógico (TPK), conocimiento tecnológico de contenidos (TCK), y conocimiento pedagógico de contenidos (PCK). El TPK hace referencia a cómo utilizar las tecnologías para ayudar al aprendizaje de algo (p.e. cómo usar foros para que los estudiantes discutan). El TCK hace referencia a conocimientos tecnológicos relacionados con contenidos específicos (p.e. Google Earth para geografía). Y el PCK se refiere a cómo enseñar ciertos tipos de contenidos a grupos de estudiantes. (p.e. usar el flujo de agua para explicar el concepto de corriente eléctrica). Cuando un docente utiliza varios conocimientos intermedios durante una de sus clases (p.e. PK y TCK), está diseñando un TPACK.
Esto puede darse de distintos modos y combinaciones, y depende de las rutas que los docentes mismos encuentren para aplicar sus conocimientos tecnológicos, pedagógicos, y de contenidos. Sin embargo, estas distintas formas de conocimiento deben ser adquiridas, activadas o construidas y luego reconstruidas a través de distintos esfuerzos de diseño para una clase específica con una historia específica del aprendizaje de cada tema. Para que una lección alcance su nivel óptimo, el maestro no puede confiarse de pruebas estandarizadas, sino que debe ajustarlas para el perfil de sus estudiantes.
El TPACK, entonces, es un modelo altamente situado y que debe adaptarse a cada contexto específico. Además de esto, depende casi en su totalidad de la labor del maestro en el salón de clase. La versión extendida de TPACK propuesta por Chai et al (2014) implica tomar en cuenta otros actores y espacios, tales como los estudiantes, o la totalidad de la institución. Esto permite reconocer más educadores (el ingeniero que diseña programas, los padres, el rector de la institución) y ampliar el foco de análisis de integración de las TICs para poder llevar este proceso a un nivel más profundo.
Chai et al (2014) proveen un marco de análisis en torno a distintos niveles y tipos de conocimiento que se requieren para una efectiva integración de las TICs en la educación. Esto implica no sólo labores de los maestros, sino también el diseño de políticas públicas acordes y un soporte social que facilite este proceso, tomando en cuenta la relevancia que tienen en el mundo laboral hoy en día.