En esta reseña, Leonardo Rojas Benavides, asistente del Observatorio de Educación de la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano, nos muestra el tránsito una de las políticas públicas más polémicas del gobierno colombiano en la actualidad: su propuesta de leyes y políticas públicas de educación superior
Por: Leonardo Rojas Benavides[1]
En el 2011 se presentó una propuesta de reforma a la ley general de educación superior que fue ampliamente rechazada por los estudiantes y por miembros de la academia en general. Tuvieron lugar diversas manifestaciones civiles y el proyecto de reforma terminó siendo retirado. Frente a este suceso, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) decidió llevar a cabo un nuevo proceso de construcción de la propuesta de reforma a la ley de educación superior en Colombia. En esta serie de documentos cortos, se analizarán los problemas presentes en la educación superior en Colombia y las alternativas que se han planteado las distintas partes interesadas para resolverlos. En este primer análisis se hace un breve resumen del estado de la educación superior en Colombia de acuerdo con el informe realizado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y el Banco Mundial.
En primer lugar, en el informe se destacan las fortalezas encontradas en el sistema de educación superior en Colombia: el SENA, el ICFES, y el ICETEX son resaltados como instituciones con funciones muy significativas y grandes potencialidades, el sistema SPADIES permite tener datos importantes acerca de los factores que más inciden en la deserción universitaria, el sistema de acreditación busca que se incremente la calidad en las instituciones de educación superior (aunque sólo una minoría accede a éste), el sistema por ciclos propedéuticos facilita el acceso a niveles de educación superior, y las instituciones tienen gran autonomía.
Sin embargo, existen debilidades en el sistema que dificultan que se implemente una educación de calidad y se aumente la cobertura. En primer lugar, se menciona la dificultad para llegar a consensos entre las partes involucradas (gobierno, estudiantes, académicos). Esto posterga la implementación de reformas necesarias, disminuyendo las posibilidades de incrementar los recursos o de poner en marcha planes de contención para problemas urgentes. En segundo lugar, existe una gran desigualdad en lo que respecta al acceso y permanencia en el sistema. Aunque el programa ACCES del ICETEX puede ayudar a reducir las dificultades existentes, no cuenta con recursos suficientes ni con un instrumento adecuado de evaluación de las necesidades financieras.
Igualmente, se reporta que no existe suficiente preparación para los estudiantes antes de entrar a la universidad. En el informe se menciona que en Colombia los estudiantes terminan la educación secundaria a una edad menor que en otros países, habiendo alcanzado niveles educativos inferiores a menos que hayan estado en colegios de élite. Esto genera una gran desigualdad y suele provocar dificultades académicas y deserción, lo que no sólo es perjudicial para el estudiante sino ineficiente para el sistema. Existe además una distribución desigual de recursos entre las instituciones de educación superior públicas, lo que genera diferencias en los costos de matrícula poco relacionados con la calidad de la institución. Esto limita las opciones de los estudiantes y afecta la calidad y eficiencia de las instituciones. La calidad y los estándares de los programas técnicos y tecnológicos, en especial de los CERES (Centros Regionales de Educación Superior), generan dudas para el equipo evaluador. Se indica que es necesario mejorar el sistema de aseguramiento de la calidad y la importancia de las instituciones técnicas y tecnológicas para la diversidad del sistema de educación superior en Colombia.
El informe también señala la necesidad de crear un sistema que les facilite a los estudiantes que así lo deseen continuar sus estudios en distintas instituciones sin tener que comenzar de ceros. Entre las recomendaciones están la creación de un sistema universal para la acumulación y transferencia de créditos y establecer un Marco Nacional de Cualificaciones. Los investigadores indican que las relaciones entre las universidades (en especial las públicas) y las empresas no son lo suficientemente fuertes como para garantizar que la investigación sea relevante para la economía colombiana, ni ofrece a los estudiantes la mejor perspectiva laboral posible.
Otras conclusiones del informe son: se puede incrementar la transparencia en procesos y decisiones importantes, incluyendo decisiones financieras de entidades privadas. También se sigiere que los sistemas nacionales de información podrían ser accedidos con mayor facilidad.; Las instituciones de educación superior asumen menos responsabilidades de las que deberían, con respecto a los resultados y manejo de recursos.; Finalmente, los niveles de inversión en investigación e innovación son muy bajos en comparación con estándares internacionales.
Ante esta perspectiva, los principales problemas de la educación superior en Colombia giran en torno a los factores de distribución y asignación de recursos, organización de la información y aseguramiento de la calidad (antes y durante el curso de los estudios). En los próximos informes veremos cómo distintos actores plantean que se deben resolver estos problemas.
[1] Psicólogo, Universidad Nacional de Colombia (2011), con experiencia en temas de política pública y de videojuegos, cognición y educación. Asistente del Observatorio de Educación de la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano.